Participa-acción

Desmond M. Connor, sociólogo-antropólogo canadiense, manifestó durante su visita a Chile en Agosto del 2000: “La mitad de los problemas de un conflicto ambiental se resuelve con tecnologías, pero la otra mitad se resuelve con la gente”.

Tradicionalmente, las comunidades eran relativamente pequeñas, cambiaban muy lentamente y estaban habitadas por el mismo tipo de personas. Estas respetaban la autoridad y generalmente estaban satisfechas con sus vidas, o al menos así lo demostraban en público.

Hoy las comunidades son más grandes, el cambio social es vertiginoso, la población es heterogénea y la gente desconfía de la autoridad y de los expertos...

Existe un continuo flujo de información, canales de televisión, radioemisoras, internet, fax, teléfono, periódicos y revistas permiten estar informados, bien o mal según las fuentes utilizadas y el tiempo destinado a comprobar y evaluar dicha información.

Este flujo de datos (imágenes, sonidos o palabras) permite conocer rápidamente los antecedentes que nos son importantes, enterarnos de los diferentes puntos de vista e incluso, ser partícipes mediante consultas telefónicas, fax o correo electrónico (e-mail para los de habla inglesa).

Mucha gente tiene altos niveles de ansiedad y hostilidad generalizada debido a la infiltración, el desempleo y la amenaza de ambos, entre otras. Entendamos infiltración como la publicidad a domicilio, las encuestas vía teléfono, el manejo de nuestros datos personales en empresas comerciales, financieras o gubernamentales y tantas otras modalidades.

Con todo esto, quienes aceptaban aspectos negativos de un proyecto como el precio del progreso y su incapacidad para detenerlo o modificarlo, hoy tienden a detenerlo y confrontarlo ya que generalmente están más informados, conocen situaciones donde la comunidad se ha visto gravemente afectada (ambiental, social y/o culturalmente) y manejan o son informados sobre sus derechos y las vías que la legislación permite para impulsar y concretar la participación ciudadana informada.

Dicha participación quedó consagrada en la Ley de Bases del Medio Ambiente, también conocida como Ley 19.300.

Actualmente, diversos sectores del ámbito ambiental estudian, proponen y critican las deficiencias de esta legislación. En lo que respecta a participación, una de las críticas apunta a lo desprotegida que queda la comunidad ante una empresa que, si lo desea, puede inundar sus hogares y calles con calendarios, afiches, cartillas y hasta regalos que buscan ganarse a la gente y evitar que critiquen y evalúen informádamente el proyecto a realizar

En cambio, la comunidad bien informada no siempre tiene los recursos para publicar su opinión ni la capacidad para estudiar, analizar, comprobar y refutar aspectos de un proyecto tales como los tratamientos de manejo de los RILES (Residuos Industriales Líquidos), efectividad de las medidas de mitigación propuestas por la empresa o acción de los compuestos clorados y sulfurados sobre los cursos de agua, los suelos, plantas y animales, considerando al ser humano.

Esta situación no es lejana. Representa lo acontecido a unos 25 kilómetros de Chillán, a orillas del río Itata, donde la empresa Celco construye una mega-planta industrial para procesar madera y producir celulosa.

A nivel mundial, se ha determinado en hasta 80 kilómetros a la redonda el área de contaminación de este tipo de industrias.

Entonces, usted podría ser uno de los potenciales afectados por la contaminación que genera este complejo industrial de Celco, considerando además el ducto que vaciará al mar parte de los desechos.

¿Fue informado sobre este proyecto forestal y sus efectos en las personas?

¿Solicitó información a alguna entidad gubernamental o no gubernamental?

¿Sabe que el proceso de participación ciudadana ya finalizó?

¿Sabe que el plazo para presentar un Recurso de Protección vencía 15 días después del inicio del funcionamiento de la Planta de Celulosa?

Para que la participación ciudadana sea una realidad es necesario que usted actúe, sea partícipe de la discusión y se informe adecuadamente, pues no basta que sus derechos estén escritos en una Ley si no los defiende ni los promueve constantemente para que en conjunto se determinen aquellas decisiones que afectan la Vida de una comunidad, nuestra Vida.

Richard Pincheira Aedo,
Coordinador ChillanActivo.
contacto@chillanactivo.cl

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