Exploraciones mineras han reducido 70 por ciento de glaciares en Pascua Lama
Sondajes de empresas mineras que buscan oro, plata y cobre en la cordillera de la Región de Atacama han cubierto de polvo, aumentado la temperatura y acelerado el derretimiento de los hielos.
Según un alarmante informe oficial, en los últimos 30 años, trabajos y exploraciones de diferentes empresas mineras y posteriormente de la canadiense Barrick Gold, los han cubierto de material particulado, aumentando su temperatura y acelerado su derretimiento.
"Hay estudios que demuestran que un milímetro de material particulado de polvo que se deposita sobre un glaciar, aumenta en un 15 por ciento la velocidad de derretimiento", explica el ambientalista de OLCA, Lucio Cuenca...
En diciembre pasado la Corema autorizó el proyecto Pascua Lama con la condición de no intervenir directamente los glaciares. La empresa Barrick Gold no podrá explotar los minerales que se ubican bajo los glaciares Toro 1, Toro 2 y Esperanza, como lo establecía el plan original.
General de Aguas -al que tuvo acceso Teletrece- certifica que de los tres glaciares explorados, queda menos de la mitad.
El Toro 1 disminuyó su volumen en 62 por ciento, el Toro 2, en 71 por ciento, y el Esperanza en 70 por ciento, entre 1981 y 2000. ¿La razón? "Los trabajos que se han estado realizando durante varios años en la zona en la etapa de anteproyecto".
"Es un informe preliminar (...) se debe al calentamiento global", indica Rodrigo Jiménez de Barrick Gold.
Explicaciones que el mismo informe descarta. El glaciar Estrecho, ubicado en la misma zona, pero que no ha sido afectado por las obras, sólo ha disminuido su volumen en 14 por ciento.
"Hay pérdidas que tienen que ver con el proceso de regresión glaciar asociado al calentamiento global, pero también, no cabe la menor duda, que ahí hubo impactos debido a las actividades de exploración y prospección que dañaron con caminos y material particulado estas masas de hielo", afirma Osvaldo Ávila, de la Corema de Atacama.
Aún así la Corema aprobó el proyecto. La explicación oficial es que, según la ley vigente, la autoridad no puede considerar el impacto de las exploraciones en la etapa de anteproyecto, como en este caso.
"Es una falencia de nuestra legislación", agrega Osvaldo Ávila, de la Corema regional.
Mientras, los agricultores del valle del Huasco siguen protestando contra el proyecto. Es que los tiempos se acortan: la mina se empezará a construir en septiembre, siempre que la empresa consiga los últimos permisos restantes.
"Tiene la particularidad de estar al lado de los glaciares que en época de sequía surten de agua este valle. El miedo es a quedarnos sin agua", apunta Mauricio Ríos, lugareño del Valle del Huasco.
"Hemos rediseñado el rajo de la mina para no intervenir esos hielos, y además rediseñado una serie de programas de monitoreo", añade Rodrigo Jiménez, de Barrick Gold.
De todos modos, las obras deberán respetar 400 obligaciones definidas por la autoridad ambiental, incluyendo más de 30 estaciones de monitoreo en tiempo real para captar el nivel de los hielos y la calidad de las aguas.
La empresa asegura que las respetará. Además, gastará 60 millones de dólares en obras de infraestructura y riego para los agricultores de la zona. Medidas que, una vez más, pretenden equilibrar el crecimiento económico con respeto al medio ambiente.
Según un alarmante informe oficial, en los últimos 30 años, trabajos y exploraciones de diferentes empresas mineras y posteriormente de la canadiense Barrick Gold, los han cubierto de material particulado, aumentando su temperatura y acelerado su derretimiento.
"Hay estudios que demuestran que un milímetro de material particulado de polvo que se deposita sobre un glaciar, aumenta en un 15 por ciento la velocidad de derretimiento", explica el ambientalista de OLCA, Lucio Cuenca...
En diciembre pasado la Corema autorizó el proyecto Pascua Lama con la condición de no intervenir directamente los glaciares. La empresa Barrick Gold no podrá explotar los minerales que se ubican bajo los glaciares Toro 1, Toro 2 y Esperanza, como lo establecía el plan original.
General de Aguas -al que tuvo acceso Teletrece- certifica que de los tres glaciares explorados, queda menos de la mitad.
El Toro 1 disminuyó su volumen en 62 por ciento, el Toro 2, en 71 por ciento, y el Esperanza en 70 por ciento, entre 1981 y 2000. ¿La razón? "Los trabajos que se han estado realizando durante varios años en la zona en la etapa de anteproyecto".
"Es un informe preliminar (...) se debe al calentamiento global", indica Rodrigo Jiménez de Barrick Gold.
Explicaciones que el mismo informe descarta. El glaciar Estrecho, ubicado en la misma zona, pero que no ha sido afectado por las obras, sólo ha disminuido su volumen en 14 por ciento.
"Hay pérdidas que tienen que ver con el proceso de regresión glaciar asociado al calentamiento global, pero también, no cabe la menor duda, que ahí hubo impactos debido a las actividades de exploración y prospección que dañaron con caminos y material particulado estas masas de hielo", afirma Osvaldo Ávila, de la Corema de Atacama.
Aún así la Corema aprobó el proyecto. La explicación oficial es que, según la ley vigente, la autoridad no puede considerar el impacto de las exploraciones en la etapa de anteproyecto, como en este caso.
"Es una falencia de nuestra legislación", agrega Osvaldo Ávila, de la Corema regional.
Mientras, los agricultores del valle del Huasco siguen protestando contra el proyecto. Es que los tiempos se acortan: la mina se empezará a construir en septiembre, siempre que la empresa consiga los últimos permisos restantes.
"Tiene la particularidad de estar al lado de los glaciares que en época de sequía surten de agua este valle. El miedo es a quedarnos sin agua", apunta Mauricio Ríos, lugareño del Valle del Huasco.
"Hemos rediseñado el rajo de la mina para no intervenir esos hielos, y además rediseñado una serie de programas de monitoreo", añade Rodrigo Jiménez, de Barrick Gold.
De todos modos, las obras deberán respetar 400 obligaciones definidas por la autoridad ambiental, incluyendo más de 30 estaciones de monitoreo en tiempo real para captar el nivel de los hielos y la calidad de las aguas.
La empresa asegura que las respetará. Además, gastará 60 millones de dólares en obras de infraestructura y riego para los agricultores de la zona. Medidas que, una vez más, pretenden equilibrar el crecimiento económico con respeto al medio ambiente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario