Endesa, dueña del proyecto, prometió relocalizar a los afectados en terrenos mejores, además de dar fuentes de trabajo y enseñar nuevas labores para poder desarrollar su cultura y mejorar su calidad de vida. “Cumplió aspectos sólo visuales -como la relocalización-, pero en el tema cultural y social hizo el peor daño”, afirma Ángel Alcanao, pehuenche de la zona...
FUENTE: El Ciudadano
Por Felipe Delgado, BWN Patagonia
Pese a todas las promesas, la central Ralco no trajo los beneficios prometidos a la población local. “Siempre que se presentan estos grandes proyectos, muchos levantan sus voces para no hacerlos, pero ¿cómo vamos a tener trabajo?”. Así defendió en 1998 el entonces presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle a la central Ralco, argumentando que su construcción -se inauguró en 2004- crearía nuevas plazas laborales en la comuna de Alto Biobío. La evidencia es categórica. Catorce años después de la aprobación de su emplazamiento, esta comuna precordillerana se consolidó como la más pobre del país con la mitad de su población (el 49,1%) viviendo con menos de 64 mil pesos per cápita al mes según la última encuesta Casen.
Endesa, dueña del proyecto, prometió relocalizar a los afectados en terrenos mejores, además de dar fuentes de trabajo y enseñar nuevas labores para poder desarrollar su cultura y mejorar su calidad de vida.
“Cumplió aspectos sólo visuales -como la relocalización-, pero en el tema cultural y social hizo el peor daño”, afirma Ángel Alcanao, pehuenche de la zona.
Daniel Salamanca, administrador municipal, confirma además que en materia laboral la situación es dramática. “No hay lugares donde trabajar en la comuna… La gran mayoría tiene que salir a temporear a la fruta, a Talca, a Curicó“, reclama.
Los pocos trabajos de Alto Biobío son generados por programas municipales, cuenta el administrador, pero los pocos fondos que les llegan son insuficientes para ayudar a todos.
Agregó que si bien los pehuenche fueron considerados para la construcción de la central, actualmente no se necesitan muchos operarios para que funcione la represa, descartando la posibilidad de trabajar en ella.
Pueblo Lejano
Ubicada a 92 kilómetros de Los Ángeles viajando hacia la cordillera, la comuna recién fue creada formalmente el 2004, ya que el sector pertenecía antes a Santa Bárbara. Según cifras del municipio, son 7.027 personas las que allí viven, con un 90% de población pehuenche. En ella además se encuentra la otra central construida durante esos años, Pangue.
La pobreza no ha dejado de crecer. El 2006, la primera vez que se consideró a Alto Biobío en la Casen, obtuvo un 35,8%. Una cifra negativa pero bastante menos lapidaria que ese 49,1% de la medición más reciente.
El aislamiento geográfico tampoco ayuda a mejorar esta situación. Si bien el camino se encuentra pavimentado, las lluvias y las nevazones del invierno lo cortan, aislando a sus habitantes.
Así lo comentó Pedro (50 años), quien debe recorrer cerca de cuarenta minutos para ir al pueblo de Ralco y pagar la luz. “Siempre tengo que tomar un bus para pagar las cuentas o comprar alimentos”, dice. Antes no era así, ya que hace 30 años, según recuerda, sólo con una o dos salidas al año podían subsistir. Es que tenían su vida organizada de otra forma antes de la represa.
Sobre la educación, Ángel Alcanao critica que nunca se asegurara a los jóvenes poder acceder a carreras profesionales, y que “hasta la fecha no se ve voluntad del Estado para mejorar la educación y la salud”.
El funcionario municipal completa el análisis declarando que “si hubiesen sido exitosos los programas de Ralco, el resultado (de la encuesta Casen) no habría sido el que se entregó”.
Proponen Royalty
Salamanca acusa que “curiosamente desde la elección de Sebastián Piñera han disminuido los recursos para el Alto Biobío”, con la consiguiente disminución de beneficios para sus pobladores.
Para solucionar esto, 21 diputados firmaron una petición para que exista un royalty hidroeléctrico, y así Endesa entregue dinero a la comuna con el fin de crear más programas.
La moción nace luego de que, increíblemente, la central tributa en la comuna de Quilaco, vecina a Alto Biobío, porque ahí tiene su sala de máquinas, por esto actualmente no están recibiendo dinero por el funcionamiento del embalse.
Con estos fondos, dice el funcionario municipal, se podrían realizar programas que alivien en parte la delicada situación de sus habitantes, y de paso dejar de ser la comuna más pobre de Chile.
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* Endesa y la negligencia de Timerman posibilitarían graves desastres ecológicos en Argentina
FUENTE: El Ciudadano
Por Felipe Delgado, BWN Patagonia
Pese a todas las promesas, la central Ralco no trajo los beneficios prometidos a la población local. “Siempre que se presentan estos grandes proyectos, muchos levantan sus voces para no hacerlos, pero ¿cómo vamos a tener trabajo?”. Así defendió en 1998 el entonces presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle a la central Ralco, argumentando que su construcción -se inauguró en 2004- crearía nuevas plazas laborales en la comuna de Alto Biobío. La evidencia es categórica. Catorce años después de la aprobación de su emplazamiento, esta comuna precordillerana se consolidó como la más pobre del país con la mitad de su población (el 49,1%) viviendo con menos de 64 mil pesos per cápita al mes según la última encuesta Casen.
Endesa, dueña del proyecto, prometió relocalizar a los afectados en terrenos mejores, además de dar fuentes de trabajo y enseñar nuevas labores para poder desarrollar su cultura y mejorar su calidad de vida.
“Cumplió aspectos sólo visuales -como la relocalización-, pero en el tema cultural y social hizo el peor daño”, afirma Ángel Alcanao, pehuenche de la zona.
Daniel Salamanca, administrador municipal, confirma además que en materia laboral la situación es dramática. “No hay lugares donde trabajar en la comuna… La gran mayoría tiene que salir a temporear a la fruta, a Talca, a Curicó“, reclama.
Los pocos trabajos de Alto Biobío son generados por programas municipales, cuenta el administrador, pero los pocos fondos que les llegan son insuficientes para ayudar a todos.
Agregó que si bien los pehuenche fueron considerados para la construcción de la central, actualmente no se necesitan muchos operarios para que funcione la represa, descartando la posibilidad de trabajar en ella.
Pueblo Lejano
Ubicada a 92 kilómetros de Los Ángeles viajando hacia la cordillera, la comuna recién fue creada formalmente el 2004, ya que el sector pertenecía antes a Santa Bárbara. Según cifras del municipio, son 7.027 personas las que allí viven, con un 90% de población pehuenche. En ella además se encuentra la otra central construida durante esos años, Pangue.
La pobreza no ha dejado de crecer. El 2006, la primera vez que se consideró a Alto Biobío en la Casen, obtuvo un 35,8%. Una cifra negativa pero bastante menos lapidaria que ese 49,1% de la medición más reciente.
El aislamiento geográfico tampoco ayuda a mejorar esta situación. Si bien el camino se encuentra pavimentado, las lluvias y las nevazones del invierno lo cortan, aislando a sus habitantes.
Así lo comentó Pedro (50 años), quien debe recorrer cerca de cuarenta minutos para ir al pueblo de Ralco y pagar la luz. “Siempre tengo que tomar un bus para pagar las cuentas o comprar alimentos”, dice. Antes no era así, ya que hace 30 años, según recuerda, sólo con una o dos salidas al año podían subsistir. Es que tenían su vida organizada de otra forma antes de la represa.
Sobre la educación, Ángel Alcanao critica que nunca se asegurara a los jóvenes poder acceder a carreras profesionales, y que “hasta la fecha no se ve voluntad del Estado para mejorar la educación y la salud”.
El funcionario municipal completa el análisis declarando que “si hubiesen sido exitosos los programas de Ralco, el resultado (de la encuesta Casen) no habría sido el que se entregó”.
Proponen Royalty
Salamanca acusa que “curiosamente desde la elección de Sebastián Piñera han disminuido los recursos para el Alto Biobío”, con la consiguiente disminución de beneficios para sus pobladores.
Para solucionar esto, 21 diputados firmaron una petición para que exista un royalty hidroeléctrico, y así Endesa entregue dinero a la comuna con el fin de crear más programas.
La moción nace luego de que, increíblemente, la central tributa en la comuna de Quilaco, vecina a Alto Biobío, porque ahí tiene su sala de máquinas, por esto actualmente no están recibiendo dinero por el funcionamiento del embalse.
Con estos fondos, dice el funcionario municipal, se podrían realizar programas que alivien en parte la delicada situación de sus habitantes, y de paso dejar de ser la comuna más pobre de Chile.
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* Endesa y la negligencia de Timerman posibilitarían graves desastres ecológicos en Argentina
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